ANTECEDENTES
Alrededor de 1900- en el período de 1895 a 1905-, la arquitectura en los Estados Unidos era una mezcolanza de estilos eclécticos, sin que de ninguna manera tuvieran relación con las ideas y los ideales de la nación. En dicha época, se consideraba como arquitectura el llevar a la práctica modas y estilos sin relación con las técnicas de la construcción. Pero, por otro lado, era también una época en la que toda la industria de la construcción estaba experimentando transformaciones revolucionarias. Aparecían nuevos materiales de construcción; al mismo tiempo se desarrollaban nuevos métodos de transformación para los materiales antiguos. Sin embargo, la arquitectura que realmente se llevaba a la práctica en aquel tiempo, poco o nada reflejaba estos nuevos métodos y materiales.
La gran exposición de Chicago de 1893, la Columbian Exposition, fue un buen ejemplo de esta situación. Por un lado, Louis Sullivan pudo afirmar que esta exposición “hacía retroceder a la arquitectura norteamericana al menos en 50 años”; pero, por otro, Daniel Burnham , el arquitecto de moda en el Chicago de aquel tiempo, alabó la exposición, por ser en su opinión un ejemplo de lo que les gustaría construir a los norteamericanos. Cuando insistió a Wright en que visitar a la Beaux-Arts de París le dijo: “Frank, esa exposición va tener gran influecncia en nuestro país. Por primera vez, los norteamercanos han visto a las obras cásicas en gran escala”.
"Ho-o-den Temple", World’s Columbian Exposition, Chicago, Illinois, 1893 |
World's Columbian Exposition, 1893 |
El joven arquitecto, que acababa de abrir su estudio con el encargo para la casa de William Winslow ( de la que Burnham diría: “una verdadera casa de gentleman desde los cimientos hasta la albardilla”, repuso: “No pues también está Louis Sullivan… y si John Root todavía viviera, no creo que pensara como tú. Richardson, desde luego que no.” Burnham siguió argumentando: “Frank la exposición te hubiera hecho ver que si bien Sullivan Richardson son ciertamente buenos en su género, su estilo no conseguirá imponerse… la arquitectura está tomando otra dirección.” Y naturalmente que así fue. No está exento de cierta ironía el hecho que este desastre arquitectónico de 1893 coincida con la fecha en que Frank Lloyd Wright abría en Chicago su estudio , después de haber trabajado durante casi siete años en el Adler y Sullivan.
Nathan Moore House, Oak Park, Illinois , 1895 |
En Chicago, Wright se decidió a solicitar trabajo en el estudio de Louis Sullivan, después de haber trabajado en diversos estudios de arquitectos. Sullivan trabajaba entonces en el proyecto de Chicago Auditorium y estaba buscando desesperadamente delineantes que le ayudaran. Después de trabajar durante siete años con Adler y Sullivan, Wright se despidió después de una violenta discusión sobre las condiciones de su contrato de trabajo ( en sus horas libres, construía casas “clandestinas”). Abrió entonces su propio estudio en el edificio Schiller, construido por Adler y Sullivan. Pronto tendría su primer cliente: William H. Winslow de River Forest, Illinois.
Richardson, Sullivan y Wright: la progresión de estos tres arquitectos se ha citado una y otra vez como la evolución de la arquitectura norteamericana, desde el clasicismo hasta un nuevo ideal. Richardson estaba profundamente influenciado por la tradición romántica, pero su trabajos permiten reconocer una virilidad y una fuerza muy norteamericanas. Sullivan, el “poeta”, el diseñador en el estudio Adler y Sullivan de Chicago, hacía que un edificio alto fuera algo más que un apilamiento de pesados bloques de mampostería. Con sus esbeltos proyectos, que acentúan la línea vertical, creó la verdadera expresión estética del rascacielos.
Tanto Richardson como Sullivan eran cultos, distinguidos y de gustos muy refinado. Los dos habían acudido a escuelas de la Costa Este, los dos habían estudiado en París en la Ecole des Beaux-Arts. De Wright no puede decirse nada de ello; todo lo contrario: sus antecedentes estaban impregnados de principios fuertemente unitaristas y trascendentales. Creció en una familia más bien pobre; su padre era pastor protestante y profesor de música; su madre, profesora. Su primera juventud la pasó en la granja de su tío en el suroeste de Wisconsin. Allí el entorno era rural, agrícola y de carácter marcadamente galés: por parte de la madre, descendía de una familia de pastores protestantes, agricultores y profesores que habían emigrado al Nuevo Mundo en 1844 procedente de Gales. Creció en el valle de sus antepasados, en el mismo valle al que volvería a la edad de 44 años, tras dejar a su mujer y a su familia en Oak Park, para construir su propia casa: “Taliesin”.
A ese trasfondo de la herencia, la influencia de su madre añadió la familiarización con los escritos y las doctrinas de Whitman, Thoreau y Emerson, a los que se agregarían, más tarde, Byron, Shelley y Blake. Pronto aprendió a leer y a comprender a Schiller y a Goethe; para el viaje a la escuela, llevaba consigo una edición de bolsillo de obras de teatro y sonetos de Shakespeare. Gracias a su padre, que durante el día tocaba corales de Bach en el órgano de la iglesia(mientras que el joven Frank accionaba los fuelles) y por la tarde sonatas de Beethoven en el piano de su casa, creció rodeado de la música de estos dos compositores. “Durante mi más tierna infancia me adormía, noche tras noche, con los acordes de las sonatas de Beethoven”, diría Wright.
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